Músico,
líder del grupo Elefantes, pintor, compositor y ahora actor.
Así es Shuarma, un artista, un hombre muy completo personal y
profesionalmente, que no le teme a nada y que se atreve a interpretar a El Principito en "Antoine, el musical". La obra que, hasta el 13 de junio, se
representa en el Teatro Principal de Zaragoza, la obra que cuenta la vida de Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito.
La presentación: A través de esta entrevista conocemos el Shuarma más intimo. Una persona entrañable, cercana y muy humana, una persona que deja huella por donde pasa, un poeta urbano con los pies en la tierra consciente de las realidades, muy familiar y amigo de sus amigos, alguien que disfruta con pequeñas cosas como un paseo y una buena charla con su gente. Así es Shuarma, una persona que nos deja su alma al descubierto para descubrir la calidad humana que desprende.
La entrevista:
¿Quién es Juanma Álvarez, el hombre que encontramos detrás de Shuarma? Un poco de
todo y mucho de nada, igual que todos, alguien que intenta hacer bien la
cosas, eligiendo un camino más artístico. Desde bien pequeñito es lo que más me
había gustado y donde creo que más he expresado mis inquietudes, mis
alegrías... y al final, poco a poco, en lo que ha ido ocupando mi vida. A veces
escribiendo, otras pintando, a veces en la música, que al final fue mi gran
elección... Tuve un momento entre la música y la pintura, pero la vida me llevó por la música, e intento hacer las cosas lo mejor
que sé. Me siento muy afortunado puedo dedicarme a lo que me gusta, picoteo, como
tú has dicho, de muchos sitios, no hago bien nada, pero me divierto en todos y
al final ese es mi camino. La música tiene su lado maravilloso, pero también su
lado duro igual que el teatro o en la vida; y esta profesión es muy compleja,
pero en definitiva es el camino que me hace sentir bien, es el camino que he
elegido y tengo la fortuna que me aporta muchas alegrías. Pero claro hay que
trabajar mucho, como en todas las profesiones ,y por supuesto tiene el lado más
brillante y luminoso y el lado más oscuro.
Shuarma, tu nombre artístico, proviene del hindi... ¿te consideras un hombre
espiritual? ¿Por qué adoptaste este nombre? Sí, en hindú
hay un nombre que es Shuarma, pero yo no me lo puse por eso. Cuando yo era
pequeño yo pintaba, me encantaba dibujar. Entonces yo veía como que había
nombres como Picasso que eran de artista y el mío no, Juan Manuel Álvarez.. y
claro yo hacía un dibujo que me encantaba y al firmarlo con mi nombre perdía
toda la magia, así que me inventé un nombre y Shuarma funcionaba, era como
rarísimo. ¿Que si soy espiritual? Bueno no lo sé, cierto es que creo que hay
cosas, que hay un mundo más sutil pero no tiene que ver con eso. Simplemente ese
lado imaginativo fue ganando terreno en mi vida y al final se ha quedado
conmigo.
¿Qué es lo que te impulsó a vivir este bonito sueño que es la música? No tenía un
plan, mi abuelo era pintor, casi no lo conocí y supongo que algo quedó en los genes. Pero
siempre recuerdo que a los 14 años el primer concierto que fui a ver era Rod
Stewart, en la Monumental de Barcelona. Y recuerdo estar en el concierto y
decir, ¡cómo me gustaría ser este tío!, el público vibraba, fue un momento muy
chulo, de eso que dije, "esto me gusta" y luego un amigo se compró una guitarra,
yo lo miraba, flipaba y al final la vida me ha llevado por aquí.
Hablando de
Rod Stewart... no puedes negar que tu estética se asemeja a la suya ¿Te sientes
identificado con él? No, bueno si
lo dices por el pelo (jajaja)... pero igual puede ser el subconsciente que debe estar
ahí, porque para mí, es de los músicos que me toca el corazón pero hay tantos
que me gustan... No llevo esto (señalando a su pelo) porque quiera ser Rod Stewart, aunque
subconscientemente no sé lo que hay.
Tus comienzos fueron en 1994 con el grupo Elefantes (de nuevo un guiño a tu
lado espiritual y oriental, por el significado sagrado del animal en la cultura
oriental). Nos pusimos
Elefantes porque es un nombre que nos gustaba a todos, no por ser espiritual
pero al final tantas entrevistas que preguntan porqué y porqué ... y dices "oye
tengo que tener una explicación, dar un dato que parezca que somos gente
interesante" y al final se queda con eso. Y ahora ya con el paso de los años, que
cumplimos 25 años, te das cuenta de que sí, que puede ser que tenga un sentido,
al final las cosas no pasan por que sí.... Nuestra carrera, es una carrera
tranquila, no tenemos grandes éxitos ni fracasos, es una carrera sólida,
afianzada paso a paso y nos sentimos relacionados con un nombre como ese.
¿Qué recuerdas de esa época en la que te iniciaste, profesionalmente, en el mundo de la música? Profesionalmente
y como persona, sólo puedo decir que Elefantes son mi familia. Es mirar atrás y
acordarte como de la primera vez que viste a tu pareja, con la que llevas toda tu
vida. Para mí Jordi y Julio son más que mis hermanos, las cosas que hemos vivido
juntos no las sé ni describir. Es una vida juntos, de aprendizaje, de ostias, de todo,
de lo mejor y de lo peor, de lo que es la vida, en definitiva. Yo he encontrado
una familia, una casa, un lugar emocional al que volver siempre y siento que yo
también soy la casa de alguien, es algo muy bonito sentir que formas parte del
lugar donde tu compañero puede venir a descansar, es algo que va más allá de la
música. La música es para nosotros el camino que hemos elegido pero el lugar
somos los compañeros de la banda.
Años después comenzaste tu carrera en solitario. ¿Por qué tomaste esta
decisión? ¿Necesitabas renovar aires o demostrarte personalmente algo? ¿Qué es
lo que te han aportado estos años de carrera personal y
musicalmente? Elefantes
nos separamos, hubo un periodo en el que se rompió algo, que no sabemos ni cómo
explicar, igual que es difícil explicar qué te une con alguien... Hubo un
momento en el que no sabíamos qué pasaba, pero era más lo que nos desunía que lo
que nos unía. Entonces fue un poco por respeto a nosotros, al público, a la
profesión... Era el mejor momento de nuestra carrera, vendíamos discos,
hacíamos giras muy potentes y tomamos la decisión difícil, un hasta aquí
hemos llegado y ya está. Entonces continué mi carrera en solitario, lo que más
me gusta es hacer música. Continué hasta que hubo un día en el que volvimos... Por la misma razón, nos echábamos en falta, y dijimos "¿qué pasa, volvemos? Sí!",
Fue una charla de 2 minutos y volvimos. Ahora estoy en un punto muy cómodo,
cuando quiero estoy en mi casa que se llama Elefantes y cuando quiero me voy de
viaje, saco mi disco y luego regreso y les cuento mis viajecitos.
¿Cuál es la canción que más te representa? Me gustan
todas y las odio todas a la vez. Cada canción es un reflejo del momento en el
que me siento emocionalmente. Cada canción para mí ha tenido la importancia que
ha tenido en ese momento de mi vida, todas han sido importantes para mí. Aunque
hay un disco que se llama "Nueve canciones de amor y una de esperanza"
de Elefantes y una canción que se llama "Hoy"; Yo
pasé un momento personal muy malo, sentí un día que era como "aquí se acaba un
periodo de mi vida y voy a empezar otro", distinto no sé si mejor o peor pero noto que hubo un crack y creo que
lo expresé bien en esa canción. Si la canción es buena o mala no lo sé, pero a
nivel personal sé que lo que escribí allí definía muy bien cómo yo me sentía. Entonces
sí que para mí esa canción es como un logro, es verdad que a nuestros
seguidores es una canción que les ha llegado y cuando consigues ser muy honesto
contigo normalmente crea un impacto en la gente y todos lo sentimos. Entonces
me siento orgulloso de esa canción, sí.
Y ahora cambias de rumbo y nos sorprendes con tu lado de actor y no de
cualquier forma... Das un salto al teatro con un musical, una historia que a
todos nos conmueve, ¿Cómo te embarcaste en esta aventura?¿ Qué te está
aportando esta experiencia? Fue pura
casualidad, me llamó el director Ignasi Vidal, contando que quería escribir un
musical atípico; Era la vida Antoine de Saint-Exupéry, el escritor de El
Principito, un tío súper interesante que merece mucho la pena descubrir, un
personaje de la cultura francesa, un icono de nuestro país vecino. Él lo que me
propuso era hacer la música, nada más. Escribí las canciones, le gustaron
mucho, conectamos muy bien con la historia, mi forma de escribir, la forma de
interpretar de Elefantes y funcionó. Un día en el estudio estábamos grabando y
me dijo "ya lo tengo, es que tú eres El Principito, este papel lo deberías hacer
tú" y a mí que me encanta que me pongan retos, todo lo que parece imposible es
lo que más me puede gustar del mundo y dije "pues sí, vamos". Y era muy
fácil decir para mí decir que sí, ya tengo mi carrera, las cosas me van bien,
si lo hago mal, me echarán y se ha acabado, me lo he pasado bien y fuera. Afortunadamente
las cosas salieron bien, parece ser que la forma en la que yo lo hago funciona,
de otra manera no hubiera podido hacer yo no soy actor, es una profesión muy
compleja. Si hubieran tenido que dirigirme no hubiera sido lo mismo.
Afortunadamente me han dejado toda la libertad del mundo para hacer lo que yo
quiera y lo disfruto muchísimo. Hacer El Principito es una
responsabilidad porque no deja de ser un personaje al que todo el mundo quiere
y si lo haces mal…Pero todo lo contrario, el otro día pasó una cosa muy bonita,
vino desde París, a ver la obra en El Teatro Principal un descendiente directo de
Saint-Exupéry. Se emocionó mucho y al día siguiente nos encontrarnos por la
calle y me dijo te voy a decir una cosa "he visto mucha gente hacer de El
Principito pero es la primera vez en mi vida que veo al Principito, es la
primera vez que lo he visto" Y claro, eso me emocionó profundamente.¿Cuánto
tiempo lleva representándose la obra ? Desde antes
de la pandemia… Hemos pasado de todo, Covid, PCRs, poco público, Filomena… y ahí
seguimos y funciona. Ahora hemos empezado la gira. El otro día, aquí en Zaragoza, colgamos el
cartel de entradas agotadas y esta semana está prácticamente todo vendido. Poco
a poco está ocupando el lugar que se merece, porque no es sólo un musical, qué
bien y qué divertido, no… hay un trasfondo cultural y emocional muy fuerte.
Si te propusieran probar en la gran pantalla o televisión, ¿También dirías venga,
me lanzo? No, yo no soy actor, estoy haciendo de actor, no es mi lugar. Yo
soy músico, es con lo que realmente disfruto. El musical es una experiencia
maravillosa, el elenco es maravilloso, me ha ayudado mucho, he aprendido un
montón, pero esta no es mi profesión, no tengo mucho interés en continuar. A
parte "joder yo soy El Principito ¿qué me van a dar mejor que esto? todo lo que
me den a partir de ahora va a salir cuesta abajo" (bromea Shuarma). El cine es
algo que tengo pendiente porque un día se me fue la olla, estaba con mis hijos
y dije “un día veréis a vuestro padre en la pantalla, os lo juro“ entonces eso
lo tengo que cumplir y ya me han hecho alguna propuesta y si lo hago es más por
esto, por una promesa a mis hijos.
El 18 de junio volveremos a tenerte en Zaragoza presentando, en el Auditorio, tu Álbum Trazos,
¿Puedes ampliarnos detalles? Es algo que
me hace mucha ilusión porque los discos es como intentar enseñarle a la gente
lo mejor de ti, no lo que eres tú, si no lo mejor que hay en ti. Escribo 50 canciones,
elijo las 10 mejores, para esas 10 canciones elijo los mejores músicos, el
mejor estudio, el mejor productor, el mejor arreglo… y luego lo mejor de todo
lo enseñamos. Pero en este disco yo lo que he querido hacer es otra cosa
distinta, no mirar tanto el resultado si no el proceso en sí mismo. Mi experiencia
es que el arte es curativo y es algo que siempre sienta bien, lo hagas bien o
lo hagas mal, pintes bien o pintes mal, escribas bien o escribas mal, bailes
bien o bailes mal... pero el día que bailas te liberas de algo, aunque lo hagas
rematadamente mal; entonces el arte tiene que ver son eso con la expresión. Y
este disco es eso, hay canciones que están ahí, que es la primera vez que las he
cantado, grabadas con el teléfono, que suenan fatal, hay canciones que es una estrofa y ni
siquiera hay estribillo, ya lo escribiré pero ahora mismo no lo tengo… Y así es
como escribimos canciones mucha gente, no te sale todo perfecto el primer día, es todo un proceso. Con
este disco me he parado una estación antes del final, he enseñado el proceso, es
como si entras en el taller de un pintor en lugar de ir a la exposición donde todo
es maravilloso… no, aquí el suelo está lleno de pinceles, de pintura… entonces para
mí este disco el valor que tiene, no es tanto las canciones, es un "bueno, yo te
muestro mi fragilidad"… Para mí este es el valor de este disco y esto es lo que
vengo a presentar. Y el directo es así también, muy espontáneo, las canciones
están muy abiertas, depende del día que he tenido se van a un sitio o a otro, depende
de la gente que hay, de la reacción del público, del lugar… no es lo mismo
cantar al aire libre que en un auditorio o en un teatro de 1800 o en una sala
nueva y todo eso afecta a la música. Vamos a ver qué es lo que pasa el 18…
Zaragoza es una ciudad especial para ti. Tu mujer es de aquí y además
mantienes una gran amistad con Bunbury ¿Qué supone para ti el actuar en esta
ciudad? ¿Qué sensaciones experimentas? Me encanta
venir, tengo muchos recuerdos de esta ciudad, el primero y muy muy importante y es
que yo estoy en la música, de alguna manera, gracias a Enrique Bunbury, porque él
es el que nos descubrió al gran público. No somos ni mejores ni peores porque
nos escuchara Bunbury, pero él dijo “mira esta gente lo que hacen”, nos puso
allí, hicimos nuestras gracias y gustó, pero el que nos puso allí fue Enrique.
Entonces le debemos un montón, a parte que tenemos una gran amistad, pero profesionalmente
le debemos, todos los Elefantes, mucho a Enrique. Luego es una ciudad que siempre
nos ha tratado con mucho cariño, porque a veces el público de Enrique es duro y
a nosotros siempre nos acogió con mucho cariño y siempre que venimos a tocar
aquí sentimos ese cariño de la gente. Y
además de todo, por si no tenía suficiente conexión con la ciudad, mi mujer es
de Zaragoza. Entonces tengo familia, amigos… la conexión con esta ciudad es
vital y muy profunda
¿Qué es lo
que más te gusta de nuestra ciudad? No sé escoger ningún sitio en concreto… Cuando
tengo tiempo de estar más días, así como ahora con la excusa de la obra, es
perfecto para poderme encontrar con todos los amigos y gente conocida. Poder irme
con amigos al tubo y poderme tomar una cerveza tranquilo con un poquito más de
tiempo, hacer un tour de amigos es lo que me llena. No es tanto el lugar, es la gente, el vínculo
que tienes con la gente y el poder pasar un rato... para mí eso es lo que hace especial
Zaragoza. No tanto la ciudad en sí, si no las amistades y la conexión que
tienes con su gente, y eso es lo que siempre me llevo de Zaragoza.
Muchas
gracias Shuarma por tu amabilidad y cercanía. Te deseo todo lo mejor con tus
proyectos.
Recuerda: Si tú también quieres formar parte de la familia y amigos Blogssipgirl manda un email a blogssipgirl@gmail.com y hablaremos, nos conoceremos y te prepararé diferentes propuestas para enfocar tu camino y difundir tu negocio. ¿Te unes? Bisous, bisous.
S.
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