Profesores en la Escuela Municipal de Música y Danza de Zaragoza y compositores. Noelia y Jesús, violinista y pianista, o lo que es lo mismo, Artem, un tándem asombroso que hace las delicias de quienes se dejan llevar por sus notas.
Las manos vuelan, se deslizan y recorren sus instrumentos para transportarnos a paraísos lejanos con melodías envolventes. Una caricia para el oído, un suave mecer reconfortante, un susurro que despierta y hace que te enamores de su arte.
Noelia Gracia y Jesús Ortiz son dos personas con clase, amantes del buen gusto, de la elegancia y sobre todo de la música en todos sus estilos. Dos personas cercanas, sencillas, humildes y con un gran corazón a las que les cuesta hablar sobre sus brillantes carreras. Pero en esta entrevista abren su alma, se despojan de sus corazas y nos desvelan sus más sublimes trabajos y próximos proyectos que, seguro, van a sorprendernos.
Las manos vuelan, se deslizan y recorren sus instrumentos para transportarnos a paraísos lejanos con melodías envolventes. Una caricia para el oído, un suave mecer reconfortante, un susurro que despierta y hace que te enamores de su arte.
Noelia Gracia y Jesús Ortiz son dos personas con clase, amantes del buen gusto, de la elegancia y sobre todo de la música en todos sus estilos. Dos personas cercanas, sencillas, humildes y con un gran corazón a las que les cuesta hablar sobre sus brillantes carreras. Pero en esta entrevista abren su alma, se despojan de sus corazas y nos desvelan sus más sublimes trabajos y próximos proyectos que, seguro, van a sorprendernos.
La presentación: Noelia Gracia Gimeno, violinista zaragozana, sensible apasionada y amante de nuevos proyectos, desarrolla una carrera de formación clásica en sus principios Con edad temprana descubre otras músicas, fórmulas y herramientas diferentes que marcan un lenguaje musical único y personal. Paralelamente desarrolla una actividad pedagógica en la que disfruta motivando a los alumnos con la multitud de experiencias musicales que se encuentra en su camino.
Jesús Ortiz, se considera una persona sensible y cercana, que desde muy pequeño se siente atraído por la música, cuando no tenía ningún antecedente musical en la familia. A los 9 años pidió una guitarra a los Reyes y ahí empezó su periplo musical. Con una clara vocación pedagógica, enseguida empieza a dar clases nada más acabar la carrera de piano, actividad que llega hasta nuestros días, 30 años después. En la última década desarrolla su lado más artístico participando en multitud de proyectos de variado ámbito musical.
De la unión de ambas trayectorias nace Artem.