Hoy me he perdido por el parque Miraflores, en pleno centro de Zaragoza, y he descubierto en medio de un entorno verde e inigualable la Iglesia del Sagrado Corazón. Reconozco que no me llama la atención su arquitectura en sí, sino su fusión con la naturaleza, lo que le da un aspecto mágico.
A tener en cuenta: Actualmente y durante la época navideña podemos contemplar un nacimiento en la entrada y ya en el interior un Belén tradicional.
Un consejo: resulta agradable pasear, respirar aire fresco, hacer running o ir en bicicleta en este oasis en mitad de Zaragoza.
Bisous, bisous.
S.
No hay comentarios:
Publicar un comentario