Con las prisas muchas veces pasamos por iglesias, edificios, monumentos de gran belleza o simplemente curiosos y no los vemos, se nos escapan… Hoy he decidido pararme delante de la Iglesia de San Antonio de Padua entrar, observar y conocer su historia.
En el paseo de Cuéllar, 22 se halla esta iglesia inaugurada en 1945. Fue patrocinada por el gobierno de Mussolini, proyectada en 1940 por el arquitecto pamplonés Víctor Eusa y construida por el zaragozano Angel Aísa Esteban. Se sitúa junto al convento de los Franciscanos Capuchinos y el Sacrario Militare Italiano, formando así un complejo monumental de gran sobriedad.
Curiosidad: El complejo se levantó como mausoleo para los soldados italianos caídos en la guerra civil.
Un consejo: A través de unas escaleras situadas en los laterales del altar puedes subir a la parte más alta donde se encuentra la talla de madera de San Antonio de Padua.
Bisous, bisous.
S.
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